Fiesta nacional y popular, vivida ayer en el Congreso y sus adyacencias, así como en otros cuantos puntos del país, tras la votación que culminó con el trámite parlamentario del proyecto que nacionaliza YPF.
Eran las 21:30 horas, cuando la votación en la cámara baja arrojó un contundente resultado: 208 votos favorables; 32 en contra; y 5 abstenciones, para que la empresa más importante del país vuelva a manos del Estado, previa promulgación de la ley, que realizará hoy en Casa Rosada, la Compañera Presidenta de todos los argentinos, Cristina Fernández.
Desde entonces, fue todo algarabía entre la militancia que había concurrido masivamente para aguardar un momento histórico, un momento que emociona por el quiebre fundamental que significa en cuanto a la recuperación de soberanía política, e independencia económica.
Porque YPF, es una herramienta central para que el Estado intervenga en la economía y discipline la voracidad del mercado, así como lo es para apuntalar el desarrollo con inclusión en el camino de una sociedad más igualitaria.
YPF vuelve a ser nuestra nave insignia, y es a partir de su recuperación, que se abre un nuevo ciclo en la profundización del Proyecto Nacional.
Un nuevo ciclo que va a requerir del esfuerzo y la profesionalización en el manejo la compañía, para que ésta recupere toda su capacidad operativa, y luego pueda crecer en desarrollo y producción de manera exponencial.
En este sentido, la fiesta nacional y popular es por el significado integral de esta definición política, y por lo que representa como inicio de una Argentina que consolide definitivamente, este modelo de desarrollo productivo; inclusivo; y solidario, con un necesario Pueblo protagonista de su historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario