La realidad tiene esas cosas que cada vez más a menudo, evidencian la nube de falsas premisas tan insistentemente instaladas desde algunos sectores opositores.
Asistimos ayer, 1° de mayo; Día del Trabajador, a una nueva muestra de cuán importante es la presencia Argentina en el concierto internacional, y como consecuencia, a cuán mentiroso es aquello de “estamos aislados del mundo”, que se reitera sistemáticamente hasta el cansancio.
El Canciller, Héctor Timerman, confirmó en declaraciones a la televisión pública, que nuestro país cuenta con el apoyo unánime de Latinoamérica y el caribe para ocupar el lugar que representa a la región en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el bienio 2013- 2014.
“En todos los países de América Latina y El Caribe eligieron como única candidata para pertenecer al Consejo de Seguridad por los próximos dos años a la Argentina”, explicó el Ministro de Relaciones Exteriores, y agregó que “es realmente una decisión muy importante para nosotros, o sea, la confianza que nos han dado y nos hemos comprometido a que la silla que ocupe la Argentina en el Consejo de Seguridad será la voz de toda América Latina”.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene 15 miembros de los cuales 5 son permanentes y poseen el nefasto poder de veto (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), y los 10 restantes se eligen en el marco de la Asamblea General, con mandatos bianuales sin posibilidad de ser reelectos en periodos sucesivos.
Con el espaldarazo de toda la región, Argentina será elegida en la Asamblea General de este año para ocupar un asiento en un consejo de seguridad que como bien viene planteando nuestro país, debe modernizarse y ajustarse al mundo contemporáneo.
Lógicamente, para los creadores de la ficción aislacionista, este hecho no será noticia porque cuando nos hablan del supuesto aislamiento, están anhelando las relaciones de sumisión que nuestro país tuvo con las grandes potencias occidentales.
Para estos mercaderes de la mentira y el odio, el mundo se resume a Estados Unidos; Europa; y los mercados que en estos lugares operan, y el relacionarse con ellos, se traduce en arrodillarse ante sus reclamos con la falsa premisa de la inversión externa como argumento.
Por ello, apuntan a descalificar todo el trabajo que se ha venido haciendo en materia de relaciones internacionales, así como niegan los importantes logros como el haber concientizado acerca del carácter continental que posee la causa Malvinas.
Por ello, no toleran que el pueblo argentino haya ratificado un camino de dignidad, que entiende al mundo de una forma totalmente opuesta, y construye relaciones a partir de comprender un origen y una pertenencia latinoamericanas.
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