Hoy por la mañana, volvimos a asistir a una muestra neta del cipayismo mediático naturalizado y vendido como noticia a la sociedad.
En el marco de su campaña reeleccionista, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue a comer un sándwich en un local de comidas, y el vendedor, llevaba puesta una camiseta de Boca Juniors.
Este hecho intrascendente, es tomado y presentado como noticia por Clarín; La Nación; Infobae; C5N; y siguen las firmas, y comentado como algo colorido; divertido; alegre; digno de ser celebrado.
Es decir, se naturaliza por un lado, que algo completamente intrascendente sea comunicado como una noticia, y por otro, se festeja la cercanía momentánea entre un supuesto simpatizante del club de la ribera – no entraré en la polémica ínfima sobre los posibles gustos futbolísticos del muchachos-, y el presidente yanqui.
Se festeja dando por sentado cuán respetable y querida debe ser la figura de Obama, cuando obviamente, no se haría lo mismo si la escena hubiera ocurrido con el jefe de Estado de Sudáfrica por poner un ejemplo, y ni que hablar si hubieran sido Hugo Chávez o Rafael Correa quienes estuvieran comprando el sándwich.
Se naturaliza complacencia ante la figura del jefe de Estado norteamericano, olvidando su responsabilidad y su accionar que entre otros, continúa dejando miles y miles de muertos en Irak y Afganistán.
Yo no soy hincha de Boca, pero ante una escena similar que involucrara a mi club, no podría más que sentir bronca y vergüenza por el hecho, pero también, por el uso que le dan los medios para naturalizar el cipayismo.
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