Hoy se cumple un mes de la tragedia ocurrida en Once, cuando un tren del ramal Sarmiento no freno e impacto contra el final del andén dejando un saldo de 51 personas fallecidas y 703 heridos.
Durante éste tiempo, hemos asistido al inicio de la aún inconclusa etapa pericial de la causa por la que se investigan las razones y las responsabilidades del hecho; al dolor inconmensurable de familiares y amigos de las victimas que necesitan, como lo necesita toda la sociedad, se haga justicia; a los usos más bajos que se le viene dando a la tragedia desde varios sectores opositores; y al inicio de una etapa para repensar y construir un nuevo sistema ferroviario, que si se quiere, ya tuvo su primer paso político en la intervención de la concesionaria de trenes TBA.
Dejando de lado los tres primeros, no por no tener cada uno su importancia relativa sino por considerar que no abordan la cuestión de fondo en términos políticos, me permitiré una breve reflexión en torno de repensar el sentido de los FFCC para construir un nuevo sistema ferroviario.
Algo para lo que se necesita recordar que, como bien dijo en más de una oportunidad la Compañera Presidenta, Cristina Fernández, el proceso de destrucción del sistema ferroviario inicio con el gobierno de Frondizi y tuvo su etapa más profunda con aquel “ramal que para, ramal que cierra” de los vergonzosos ´90, así como también que las obras y las inversiones realizadas del 2003 a la fecha – cuantiosas y destacadas en más de una nota en este blog-, no son suficientes.
No son suficientes, porque la problemática del sistema ferroviario actual, nace desde el mismo momento en el cual se dejo de comprender a los FFCC como parte de un derecho; el derecho al transporte público, para pasar a verlos como un servicio cambiando totalmente su sentido.
La concepción de servicio, en términos empresarios, se limita a un intercambio en el cual el cliente paga por contar con él, siempre y cuando, ese servicio pueda sustentarse o sea rentable.
Como es conocido, el sistema ferroviario integrador que busca conectar al país nunca pudo cuadrar con esta perspectiva de rentabilidad, por el simple hecho de que los trenes, acá como en todo el mundo, dan perdida.
Quebrar esa perspectiva y comprender que estos traducen una parte del derecho al transporte público, así como son un actor fundamental para que la rueda de la economía gire dado que, en tanto medio de transporte, permiten el desplazamiento de millones de trabajadores a diario a sus ámbitos laborales, resulta indispensable para avanzar en la construcción de un nuevo sistema ferroviario.
Compañero Ikal Samoa
2 comentarios:
Ikal
Dejeme tomarme el atrevimiento de sumar algunos datos que ud omitio:
El unico procesado e imputado es el motorman. No existe ningun procesado de la parte empresarial o autoridad gubernamental.
Cristina nunca dijo que los trenes andaban mal, tampoco cambio la situacion de los ferrocarriles.
Se inyectaban millones en subsidios y se depositaban en una financiera relacionada con Cirigliano.
A Schiavi no lo echaron, se fue solo y aplaudido.
Nada ha cambiado desde hace 30 dias, no existe intencion por parte del gobierno de cambiar la realidad ferroviaria, TBA sigue siendo la concesionaria.
Resalto que su blog ha sido el unico espacio K en recordar la masacre, claro que omitiendo las responsabilidades politicas y olvidando pedir el desprocesamiento del motorman
Saludos
Comparto el análisis, compañero, pero necesitamos un punto de inflexión primero, los Cirigliano presos, algunos funcionarios también, y sintonía fina... abrazo
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