Resulta cuanto menos paradójico hablar de progreso; de desarrollo; o salir a criticar al Gobierno Nacional y Popular, cuando estas compartiendo una charla sobre supuesto progresismo con José Luis Rodríguez Zapatero - ex primer ministro español que aplico todos los ajustes habidos y por haber para profundizar la crisis económica terminal que vive la península Ibérica-.
Así es el ex gobernador de Santa Fe y ex candidato a presidente, Hermes Binner, a quien evidentemente no le hace ruido pretender dar clases de progresismo en un escenario que de progresista nada tiene, y quien, como buen gorila, hace un uso peyorativo del populismo con nulos argumentos y utilizando los dibujos de la Iglesia que lejos están de todas las estadísticas nacionales e internacionales conocidas – Desde las del INDEC, pasando por las de la CEPAL, hasta las de Naciones Unidas y el FMI-.
Quizás abría que recordarle, que siempre fueron los denominados populismos los que dieron respuestas a las demandas de los pueblos en América Latina, y que en particular, en el caso argentino actual, este gobierno ha llevado adelante políticas inclusivas y sustentables que caminan hacia la justicia social, como son la Asignación Universal por Hijo o la movilidad jubilatoria.
Pero el ex gobernador, no conforme con sus falacias también ha incursionado en el terreno del absurdo al afirmar que nuestro gobierno y el de Carlos Menem son iguales: “Los dos son populistas, los dos son populistas con la diferencia de que uno vendía las empresas del Estado y el otro las está comprando”.
Entiéndase, que no hay diferencia entre un Estado regulador que recupera un rol de intervención para frenar el libertinaje del mercado y obrar en pos de los sectores populares, y uno que se desprende de sus responsabilidades y las cede al gusto y placer del interés que tiene cualquier empresa privada.
Realmente, no resiste el menor análisis.
Compañero Ikal Samoa
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