Leemos en el opositor Infobae, que 29 senadores opositores firmaron ayer un pacto comprometiéndose a rechazar cualquier candidatura para cubrir la vacante que se abrirá en la CSJN a partir del primer día de 2015, tras la efectiva renuncia de Raúl Zaffaroni.
Son los representantes de la UCR; el pro; los pejotas
provinciales opositores; y todo lo que hasta hoy se cuadra dentro del FAUNEN,
quienes han decidido negarle al país su quinto miembro en la Corte correspondiente según la
normativa vigente, aduciendo que esa decisión debe realizarse con el próximo
gobierno ya electo.
El pacto firmado manifiesta de manera concreta: “Los abajo
firmantes, senadores de la Nación comprometidos con la defensa de la necesaria
independencia del Poder Judicial, suscribimos el presente instrumento
comprometiéndonos a rechazar el tratamiento de cualquier solicitud de acuerdo
para la designación de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
hasta tanto finalice el próximo proceso electoral en virtud del cual se elegirá
el nuevo Presidente/a de la Nación y se renovarán parcialmente ambas Cámaras
del Congreso de la Nación”, y viene a confirmar lo que ya venían haciendo
público varios senadores radicales en referencia al tema, desde que se conoció la renuncia de Zaffaroni a partir del 31 de diciembre.
Declamando dialogo; consenso; y república, cínicamente,
definen apostar a deteriorar el funcionamiento de la Corte vía vaciamiento con
un pensamiento irracional según el cual el país debiera estar paralizado hasta
que concluya el proceso electoral del próximo año; como sí no existiera una
legitimidad de origen del gobierno otorgada por el voto popular.
Cabe destacar que este pacto firmado como excusa para las
cámaras y el show mediático, abre una peligrosísima puerta al fin de los
acuerdos mínimos, porque como es sabido, son necesarios dos tercios de los
senadores para tratar el pliego que postula un aspirante a ser parte del máximo
tribunal enviado por el Ejecutivo, y resulta realmente difícil que una sola
fuerza gane los turnos electorales necesarios para lograr ese número; de allí
la necesaria búsqueda de predisposición para acordar.
La inexistencia de esa predisposición sin importar la
excusa, habilita a que pueda persistirse en situaciones de no cumplimiento de
las vacantes con lo que tranquilamente, se podría vaciar completamente el
máximo tribunal en el futuro.
Este, es el juego al que la oposición decide jugar de forma
irresponsable, y al cual somete a las instituciones porque para ellos es
central atacar al gobierno o producir un hecho mediático más allá de las
consecuencias que eso acarrea.
Desde su lógica, destruir al kirchnerismo habilita llevarse
puesto todo, incluida la institucionalidad de la que tanto hablan.
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