Fondos Buitres: El escenario de cara a la negociación.

La definición de la Corte Suprema de Estados Unidos de no tomar el caso del diferendo entre Argentina y los Fondos Buitres, ha empujado a nuestro país a una negociación en la cual se parte de las maniobras extorsivas convalidadas y legalizadas por el juez de primera instancia, Thomas Griesa.

Dicho en cristiano, nuestro país tiene todas las de perder en una negociación en la cual se parte de un escenario que ratifica legalmente, la potestad de los grupos que operan en un sistema económico- financiero internacional hecho a su medida.

Ayer decía, al igual que lo dijera la Presidenta, Cristina Fernández, que no llama la atención la decisión, ni la instancia a la que ahora se ve sometida Argentina.

Es que la retórica; las relaciones internacionales; el desarrollo productivo sustentable; e inclusive, el apoyo de gobiernos y entidades financieras, nunca alcanzan cuando la hegemonía, esa con la que se construye la legalidad global, sigue en manos del capital financiero internacional.

Aún con un hegemón en decadencia, tal es el caso de Estados Unidos, el sistema imperante, para el que este país fue utilizado como garante en su configuración, sigue en plena vigencia.

Lo vivimos a diario, con las recetas neoliberales que salvan al capital financiero – a los bancos y todos  los miembros de la timba especuladora- en Europa mientras sus pueblos siguen ganando desocupación y pobreza.

Y lo vivimos a diario porque el gran logro de esta fase del capitalismo – entiéndase, el gran objetivo cumplido para el capital-, es la formidable transferencia de recursos que trasciende la explotación industrial.

Esa que permite obtener ganancias extraordinarias inimaginables, en base a aprovechar los vacíos que el sistema económico- legal mundial tiene bien reservados para sus dueños.

En este escenario, es en el que los abogados de nuestro país intentaran una negociación que no implique ceder soberanía, no por una apelación a la épica voluntarista, sino por necesidad de avanzar en algo que escapa, inclusive a nuestros intereses en el caso: La posibilidad de poner en el centro de la escena los intereses para los cuales esta fase del capitalismo se revalida a diario.