2 muertos; más de 100 heridos; más de 1000 comercios
saqueados; y miles de personas que han perdido su trabajo, es el saldo del
acuartelamiento sedicioso y extorsivo de la policía cordobesa, premiado a toda
orquesta por el gobernador, José Manuel De la Sota.
Los acuartelados lograron su cometido en cuanto a lo que reclamo
salarial refiere, con una medida ilegal, por su condición de servidores públicos
en materia de seguridad, pero también por la connivencia con bandas de
saqueadores – cabe destacar no actuaron estas únicamente, pues se ha observado a
los propios comerciantes declarar que vecinos que a diario les compran
participaban de los ilícitos-, que empieza a salir a la luz.
El gobernador, en una decisión que sienta un precedente político
nefasto, no sólo publicitó el acuerdo que lleva el sueldo básico de los
policías de 2500 a
8000 pesos, sino que también garantizó la impunidad de la sedición expresando
que no habrá sanciones para quienes transformaron a la provincia en el Far West
por 48 horas.
Una autentica irresponsabilidad, por el efecto que podría
acarrear el sólo hecho de comunicar con bombos y platillos la resolución del
conflicto, y a la vez, por la incógnita que representa de donde va a sacar los
fondos para hacer frente a ese acuerdo con una provincia que las gestiones
cordobesistas han endeudado de manera catastrófica.
Dejando de lado los papelones de De la Sota y sus funcionarios
quienes intentaron poner en el foco del conflicto al Gobierno Nacional con
burdas mentiras, y el disparate que representa la decisión propia del
gobernador de viajar al exterior a sabiendas del inminente incendio en un mes
como diciembre – con las cosas que suelen pasar en este mes-, lo cierto es que
las definiciones políticas representan una enorme muestra de debilidad que es
consecuencia también, del terreno ganado por la policía cordobesa en materia de
autogobierno.
Una enorme muestra de debilidad porque define ceder sin
reparos ante los sediciosos, y porque no asume la responsabilidad de comandar
una fuerza de seguridad cuyo historial cuenta con el reciente destape en cuanto
a sus estrechos vínculos con el narcotráfico.
Sin dejar de mencionar que este conflicto vuelve a poner de
manifiesto la necesidad de debatir como se canalizan los reclamos laborales por
parte de los miembros de las fuerzas de seguridad y si la solución esta en la
sindicalización, serán importante las actuaciones políticas preventivas para
evitar el efecto contagio.
Por último, no quiero dejar de recordar la imagen de ayer al mediodía,
cuando Córdoba lloraba muertos y heridos, y tenía a miles de comerciantes
arruinados, paralelamente se observaban los festejos de los policías
acuartelados tras la defección del Ejecutivo provincial.
1 comentario:
En los setenta de la mano de Agustín Tosco y la lucha Clasista y Combatiba nos dieron el historico Cordobazo, en la actualidad,el coordobesismo de la mano DE La Sota,nos brindan el primer "Corchorazo".!!!. o hablando de forma mas actual el "Choreo Day", convocado por tuiter,y proximamente atracción turistica junto al Carnabal Cuartetero!!
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