27 años estuvo encarcelado en una celda de dos por dos por
su militancia, por su lucha para lograr una única nación sudafricana soberana;
independiente; e igualitaria en todos los sentidos.
27 años recibió las mayores humillaciones por su lucha
contra el Apartheid, y no sólo las resistió, también las canalizó en mas fuerza;
esperanza; amor; y compromiso.
Con su liberación y su llegada a la presidencia, supo ser la
voz de los oprimidos y la referencia en la construcción de una nueva sociedad.
Supo ser conductor y ejemplo desde el llano, e interpretar
las demandas de las mayorías.
Siempre transmitió que a las peores injusticias se las
combate desde la entereza y la dignidad, y siempre hizo política a partir de
sentir la humanidad del otro.
Fue un luchador y un estadista.
Fue un líder al cual siempre vamos a extrañar porque nos ha
enseñado a ser mejores personas; porque nos ha demostrado que la humanidad
tiene que superarse y esta en nosotros llevar adelante esa transformación.
Sí el primer Hombre nació en África, el primer Hombre Nuevo también, y ayer, pasó a la inmortalidad.
1 comentario:
Brillante conclusión, Ikal.
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