Se anuncio ayer un cambio notable por lo amplio, y de efecto
inmediato, en la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
La nueva reglamentación exime del impuesto a trabajadores que cobren un sueldo bruto menor a $15.000, y eleva en un 20% el mínimo no imponible para quienes cobren hasta $25.000.
De esta forma, se deja fuera del régimen de Ganancias a 1.400.000
trabajadores, y por consiguiente, si se acumulan los efectos de esta disposición
y los aumentos por paritarias, los mismos habrán acumulado alrededor de 40% de
incremento salarial en 2013.
Para poder llevar adelante esta modificación en Ganancias sin desfinanciar al Estado Nacional, se implementará una ley, previa aprobación del Congreso, que grava con un 10% la distribución de dividendos a empresas extranjeras con participación en las locales, y con un 15 a la compraventa de acciones y títulos que no cotizan en mercados.
Los números son contundentes, respecto del beneficio que representan las modificaciones para los sectores medios fundamentalmente, que son quienes tienen sueldos que a partir del 01 de septiembre estarán exentos del tributo.
A su vez, es de
esperar que esos números que se reflejan en mayor dinero en el bolsillo de
estos sectores, se vuelquen al consumo contribuyendo al crecimiento y
desarrollo del mercado interno.
Por otra parte, cabe destacar que esta modificación representa un avance en términos de una distribución más equitativa de la riqueza, porque la alternativa para no desfinanciar al Estado es justamente el gravar rentas de sectores con poder económico.
Queda claro entonces, independientemente de las disidencias respecto al significado y la legitimidad del Impuesto a las Ganancias, que si esta era una de las demandas sociales expresadas en las PASO, el Gobierno Nacional ha sabido escucharlo y obrar en consecuencia.
La nueva reglamentación exime del impuesto a trabajadores que cobren un sueldo bruto menor a $15.000, y eleva en un 20% el mínimo no imponible para quienes cobren hasta $25.000.
Para poder llevar adelante esta modificación en Ganancias sin desfinanciar al Estado Nacional, se implementará una ley, previa aprobación del Congreso, que grava con un 10% la distribución de dividendos a empresas extranjeras con participación en las locales, y con un 15 a la compraventa de acciones y títulos que no cotizan en mercados.
Los números son contundentes, respecto del beneficio que representan las modificaciones para los sectores medios fundamentalmente, que son quienes tienen sueldos que a partir del 01 de septiembre estarán exentos del tributo.
Por otra parte, cabe destacar que esta modificación representa un avance en términos de una distribución más equitativa de la riqueza, porque la alternativa para no desfinanciar al Estado es justamente el gravar rentas de sectores con poder económico.
Queda claro entonces, independientemente de las disidencias respecto al significado y la legitimidad del Impuesto a las Ganancias, que si esta era una de las demandas sociales expresadas en las PASO, el Gobierno Nacional ha sabido escucharlo y obrar en consecuencia.
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