Con bombos y platillos, el pro y su jefe, Mauricio Macri,
anunciaron hace un tiempo la compra al Metro de Madrid de 36 coches primero y 12
luego, a fin de engrosar las formaciones en el transporte de subterráneos.
Destinados a la línea B, los coches CAF 5000 de industria española ya han empezado a llegar por vía marítima, con no poca publicidad de la gestión pro, que ha destacado su supuesta enorme capacidad de negociación por el módico precio pagado.
Lo cierto, y lo que el intendente; sus laderos; y los multimedios a los que responde no cuentan, es que los flamantes CAF de la serie 5000, de los que se jacta haber comprado a un tercio del precio que esta pagando el Gobierno Nacional y Popular por los coches chinos cero kilómetros de última generación para la renovación de los FFCC, fueron fabricados en 1974 y en España se utilizan como chatarra para probar la detonación de explosivos.
Es decir, Macri gasta 4,2 millones de euros para comprar vagones fabricados hace 40 años en la España franquista - no precisamente una potencia en términos tecnológico- industriales-, que a su vez, tenían como destino ser utilizados para probar explosivos porque su capacidad operativa se resume a la calificación: chatarra.
Evidentemente, cuando la gestión pro habla de la seguridad de los pasajeros – excusa que fuera utilizada para dilatar un año el hacerse cargo de lo firmado y gestionar los subterráneos- por poner un solo ejemplo, es claro que el discurso se cae a pedazos ante la lógica del marketing aplicada a la gestión de gobierno, o como bien puede decirse: La seguridad de los pasajeros no aplica cuando se trata de mostrar como gestión la compra de coches que no están en condiciones siquiera de ser desarmados para reutilizar sus partes.
Destinados a la línea B, los coches CAF 5000 de industria española ya han empezado a llegar por vía marítima, con no poca publicidad de la gestión pro, que ha destacado su supuesta enorme capacidad de negociación por el módico precio pagado.
Lo cierto, y lo que el intendente; sus laderos; y los multimedios a los que responde no cuentan, es que los flamantes CAF de la serie 5000, de los que se jacta haber comprado a un tercio del precio que esta pagando el Gobierno Nacional y Popular por los coches chinos cero kilómetros de última generación para la renovación de los FFCC, fueron fabricados en 1974 y en España se utilizan como chatarra para probar la detonación de explosivos.
Es decir, Macri gasta 4,2 millones de euros para comprar vagones fabricados hace 40 años en la España franquista - no precisamente una potencia en términos tecnológico- industriales-, que a su vez, tenían como destino ser utilizados para probar explosivos porque su capacidad operativa se resume a la calificación: chatarra.
Evidentemente, cuando la gestión pro habla de la seguridad de los pasajeros – excusa que fuera utilizada para dilatar un año el hacerse cargo de lo firmado y gestionar los subterráneos- por poner un solo ejemplo, es claro que el discurso se cae a pedazos ante la lógica del marketing aplicada a la gestión de gobierno, o como bien puede decirse: La seguridad de los pasajeros no aplica cuando se trata de mostrar como gestión la compra de coches que no están en condiciones siquiera de ser desarmados para reutilizar sus partes.
1 comentario:
El tema es la protección mediática de que goza este sujeto
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