Del 13 de junio a la fecha, han venido montándose sistemáticas
operaciones de prensa entorno a lo que fue el choque ocurrido en cercanías de
la estación Castelar del FFCC Sarmiento.
Con el objetivo de pegarle al Gobierno Nacional y Popular, se
han dicho y publicitado, desde inexactitudes hasta flagrantes falacias, que
nada tienen que ver con el hecho y la investigación sobre sus causas.
Más allá de las barbaridades que se dicen, muchas de ellas
no llamativamente inventadas por los gremios que lejos de defender los
intereses de los trabajadores están defendiendo otras cuestiones, lo cierto; lo
que tiene validez probatoria y pone en evidencia las razones del hecho, se
puede encontrar en las pericias.
Al acceder a la pericia conjunta que en breve será pública, realizada
por la Universidad
de Buenos Aires; la de San Martín; y la de Lanús, y partiendo de la base que el
sistema ferroviario tiene un componente humano con todo lo que ello implica, nos
encontramos con datos que no son los que se vienen publicitando.
El primero - reitero que estoy hablando de una pericia, no
de un rumor o una especulación-, es que la persona que conducía el tren que
envistió al que estaba detenido, llevó el tren de Morón a Castelar a 62 Km/h.; pasó tres
señales, una amarilla de precaución y dos de advertencia de peligro.
El segundo, que todo ello ocurrió sin la aplicación de ninguno
de los sistemas de frenos, ni tampoco del sistema denominado “hombre vivo”, un
procedimiento por el cual el conductor envía y recibe una señal que da cuenta
de que no hay inconvenientes.
La pericia muestra que ninguno de los cuatro sistemas de
frenos del tren fue accionado durante el recorrido Morón- Castelar, es decir
que el motorman jamás intentó frenar.
También muestra que nunca dejó de responder al sistema “hombre
vivo”, algo que si hubiera ocurrido – si el hubiera dejado de enviar la señal-,
el tren hubiera parado.
En su declaración, el mismo motorman ratificó en reiteradas
oportunidades que el tren iba bien y no presentaba inconvenientes.
Es claro que la pericia pone en evidencia fallas que no
tienen que ver con el material rodante, ni con los frenos, ni con el sistema de
señalización.
Cada uno sacará sus propias conclusiones.
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