Ayer se nos fue el más grande artista popular que haya dado
nuestro país.
A los 74 años falleció Leonardo Favio como consecuencia del
agravamiento de su estado de salud general, producto de una neumonía que no le
dio tregua en los últimos meses.
Favio fue único, como cineasta y cantante, aunque como él
siempre decía, era un peronista que hacía cine; yo ampliaría, que hacía arte.
Toda su obra estuvo atravesada por su compromiso político;
por su forma de ver y entender la vida, y ello se reflejó en las temáticas y
los personajes, siempre provenientes de los sectores populares, de sus películas.
Crónica de un niño solo; El romance del Aniceto y la Francisca; Juan Moreira;
Soñar, soñar; Nazareno Cruz y el lobo fueron sus obras más destacadas y son
consideradas las mejores de la historia del cine argentino.
Un servidor también destaca a Gatica, el mono y Perón,
sinfonía del sentimiento, el brillante documental de seis horas.
También tuvo una notable carrera como cantante y compositor editando
25 discos - Fuiste mía un verano (1968); Vamos a Puerto Rico (1971); y Hablemos
de Amor (1978) son tres de sus discos más reconocidos-, y siendo uno de los
creadores de la balada romántica en estas tierras allá por los ´60 y ´70.
Dirigiendo; actuando; cantando, Favio supo llegar con su
magia; con su enorme capacidad creadora, para transmitir su sentir y su forma
de pensar el mundo.
Se nos fue el mejor.
Hasta siempre Leonardo Favio.
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