Sin dudas, la crisis habitacional es el problema más grave
que aqueja la CABA.
Un problema que da cuenta la vocación de la intendencia que
gobierna Mauricio Macri por no generar políticas para que los que menos tienen
puedan acceder a viviendas, así como tampoco generarlas para mejorar la calidad
de vida en villas y asentamientos porteños.
El Macrismo ha sido claro y coherente durante cinco años de
gestión en los que la ausencia de políticas en estos aspectos, se contrapuso
con el aliento y las facilidades brindadas a los grandes beneficiarios del
denominado boom inmobiliario, ajeno, desde ya, a entender la vivienda como una
necesidad.
Obviamente y a pesar de la invisibilidad cuando no
demonización, que los multimedios suelen hacer, la problemática general viene
teniendo consecuencias lógicas en la organización y protesta por parte de los
vecinos de varios asentamientos.
Tal fue el caso ayer, cuando vecinos de La Carbonilla, asentamiento
ubicado en el barrio de La
Paternal, protestaron frente al Instituto de la Vivienda de la Ciudad para exigir la
urbanización del predio en el cual viven 1.200 personas.
A pesar de existir una medida judicial dispuesta por la
jueza Elena Liberatori, y tras la cual el IVC se había comprometido a iniciar
los trabajos de urbanización, La
Carbonilla continúa sin los servicios básicos.
“Estamos cansados de no tener luz, agua, cloacas y
recolección de residuos”, aseguró Pilar Chávez, vecina de La Carbonilla, en
declaraciones a Telam, y detalló: “La luz nos la provee un señor, que nos cobra
150 pesos mensuales, mucho más de lo que paga el resto. Y tenemos el problema
de los pozos ciegos que se rebalsan y nos obligan a caminar sobre la cochinada”.
A ello, Jonathan Baldiviezo, abogado que asesora a los
vecinos del asentamiento, agregó que “los organismos de Estado municipal no han
pisado el barrio, como no lo han hecho en otros asentamientos y villas. La
presencia del Estado es absolutamente cero”, y contó que al ser recibidos por
el gerente de Desarrollo Habitacional
del IVC, Gustavo Mola, “lo único que nos dijo fue que habían frenado toda
intervención en el barrio por orden de la Procuración de la Ciudad porque no quieren
emprender ninguna acción que implique un reconocimiento de que la
responsabilidad les cabe a ellos y no a la Nación, como vienen asegurando de manera
inexacta”.
Las excusas de funcionarios macristas y el incumplimiento de las
disposiciones judiciales, en definitiva vienen a ratificar su modus operandi de
no hacerse cargo, que expresa una postura; una definición política sobre la
ciudad: La de gestionar mirando al norte porteño; a los barrios pudientes, y darle
la espalda a los barrios populares.
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