164 votos a favor y 54 en contra, fueron los números finales ayer, en la Cámara de Diputados, por los que fue aprobado el traspaso del transporte urbano a la orbita del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, algo que en los hechos había iniciado con la firma del acta acuerdo y la decisión de fijar tarifa por parte del jefe de gobierno Mauricio Macri.
La ley, próxima a su promulgación por parte de la Presidenta de todos los Argentinos, Cristina Fernández, contó con una amplia mayoría en ambas cámaras que incluyó a sectores opositores al Gobierno Nacional y Popular como la UCR, dando cuenta de la endebléz que viene teniendo el pro desde el inicio del traspaso de los subterráneos a final del año pasado.
Existe un consenso mayoritario en que tanto el subte, como las 33 líneas de colectivos que transitan únicamente dentro de la CABA, deben estar a cargo del gobierno municipal, y también en que los argumentos utilizados por el pro para no hacerse cargo de lo que les corresponde en tanto ejecutivo municipal son irracionales; irresponsables y falaces.
A esta altura, la evidencia que acredita la sinrazón en torno a que la definición política del macrismo abunda, y ello pone de manifiesto la imposibilidad que tiene el resto de la oposición en acompañarlo.
Es claro que Macri y sus laderos, tienen conocimiento de que sea por derecho o por legitimidad, no existen fundamentos viables que puedan asistir el capricho de no ocuparse de este tema.
Sin embargo, su estrategia continúa apuntando a estirar lo más posible su capricho, para poder escapar al hecho de enfrentar un desafío de gestión que puede tener un altísimo costo de cara a la opinión pública.
Macri y Durán Barba, saben que gestionar ciertas áreas como la del transporte, son un riesgo demasiado alto para el pequeño beneficio que puede reflejarse en el cortoplacismo de las encuestas.
Son conocedores sobre como este tipo de gestión, no se condice con los golpes de efecto de la política marketinera profesional.
He allí su mayor temor, y su necesidad imperiosa de intentar dilatarlo con declaraciones absurdas y contrarias a la ley vigente que pretenden sacar desde la legislatura porteña, y de avanzar en un camino judicial que traslade la cuestión a holgados tiempos conocidos.
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
Para reforzar la idea de lo holgado de los tiempos judiciales (a los que me parece que necesariamente se va a caer con este asunto), la jueza interviniente decidió rechazar las cautelares que interpuso Macri recién ahora, casi al mismo momento que diputados votaba la ley. Lo que da una idea del "compromiso" de los jueces con la solución de este tipo de conflictos.
Saludos.
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