Entre las curiosidades que uno puede observar a diario en ciertos medios que dicen hacer periodismo, sin lugar a dudas, encontramos aquel modus operandi por el cual se publican historias fantásticas como si fueran noticias acreditadas.
Se observa día tras día desde hace al menos dos años, como el multimedios Clarín; la Editorial Perfil; y el diario La Nación, han venido insistiendo en la invención de hechos que no tienen sustento real alguno.
Arman notas donde se describen sucesos como si fueran reales, pero que carecen de fuentes que puedan dar cuenta de ellos.
De está manera, van configurando un relato que sufre ajustes con cuestiones coyunturales, pero que se enfoca en desestabilizar al gobierno y a un modelo económico que viene afectando sus intereses corporativos.
Desde luego, la invención va variando, pero por lo general, los medios opositores apelan a esas bestias negras del kirchnerismo que ellos mismos se esmeran en moldear y colocar de cara a la masividad según lo requiera el momento político.
Así van variando sus ataques, que en estos días, suelen ir contra Guillermo Moreno; Julio De Vido; y la juventud – en especial contra La Cámpora, sus cuadros más conocidos y Máximo Kirchner-.
La pequeña nota que se observa hoy en la versión digital del diario La Nación, es un fiel ejemplo del modus operandi seudo- artístico.
Titulado “La pelea por la libreta de Kirchner”, el artículo que aparece sin firma alguna, cuenta una supuesta pelea entre Máximo y el Secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, por una supuesta libreta donde Néstor Kirchner abría realizado anotaciones sobre “sus memorias de gestión”.
Las fuentes que debieran acreditar el hecho son dos y tienen la falta de rigurosidad que urge en este tipo de notas.
La primera, aunque parezca una broma, es “La leyenda” según la cual existe una libreta negra que contiene anotaciones sobre acuerdos y pactos diversos, que el mismísimo Néstor Kirchner abría realizado.
La segunda, un clásico del género si se me permite, es la apelación a aquello de “aseguran dentro de la Casa Rosada”; la vaguedad tras la que se oculta toda inexistencia de información.
Sin más, sólo recordaré que alguna vez se dijo que ciertas notas, cuadran perfecto dentro de la figura de terrorismo mediático.
Compañero Ikal Samoa
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1 comentario:
Terrorismo mediático hasta para elegir la foto de Máximo. Parece un capo mafia. Son patéticos.
En mi opinión, se sienten acorralados, aterrados. Ven que su imperio de dominación ideológica está cada día mas cuestionado y van a embestir sin consideración.
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