En contraste con la operación comunicacional que pretende
instalar miedo e incertidumbre en la sociedad, utilizando como excusa la
reciente intervención médica y la actual recuperación de la Presidenta, Cristina
Fernández, se observa por estos días, tanto en la gestión del Ejecutivo como
en la actividad del Poder Legislativo, la normalidad acorde a la
institucionalidad regente.
Como ejemplo, tenemos lo ocurrido ayer en el Senado, que convirtió
en ley el Presupuesto 2014 y aprobó la prorroga de la emergencia económica, y de
impuestos, como la ley de débitos y
créditos.
Con 40 votos
positivos contra sólo 27 reunidos por la oposición, el Frente para la Victoria y sus aliados,
lograron la sanción de estas leyes clave de cara al panorama económico del país
el próximo año.
Los datos salientes
del Presupuesto aprobado son: La estimación de un crecimiento económico del
6,2% en el PBI; una balanza comercial favorable en 10.000 millones de dólares; un
crecimiento en la recaudación del 27,1%, y una ampliación en la inversión del
Estado en distintas áreas que será de 927.000 millones de pesos.
Nuevamente, como ha
ocurrido del 2003 a
la fecha, y a pesar de las fantasías que pretende instalar la oposición, no se prevén
aumentos en materia impositiva, así como tampoco megadevaluaciones que
encarezcan el salario – el dólar promedio se estima en $6,33-.
La aprobación en tiempo y forma del
presupuesto, da cuenta de la normalidad institucional, pero también de la
conciencia con la que el oficialismo viene trabajando para evitar que la ley
madre del próximo año, corra los riesgos de las dilaciones propias de un año
electoral.
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