El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha
encontrado con el problema de la basura porteña, una posibilidad de dar por
tierra con las especulaciones entorno a su relación con el intendente de la CABA, Mauricio Macri, y a la
vez, un conflicto que lo visibiliza como referente kirchnerista al cual lo
asiste la legitimidad y la razón en el reclamo a un gobierno municipal opositor.
Sin dudas, dos vetas que no piensa desaprovechar en esto de buscar
posicionarse como legítimo heredero del kirchnerismo.
A tal efecto, está reunido con el alcalde
porteño en estos momentos, aunque previo al encuentro dejó sentada su posición pública en
declaraciones a Radio 10.
“Mi paciencia tiene
un límite y los rellenos sanitarios también. La solución es que la ciudad
reduzca los residuos que envía a la provincia”, señaló, y explicó que “el
CEAMSE tiene un tiempo útil como cualquier relleno sanitario. Después hay que
buscar otros y hay que trabajar mucho por reducir la basura en origen”.
“Hace tres años
estoy hablando de esto y si no lo planteo en la agenda, me encuentro con
la basura en la calle” expresó Scioli, para luego recalcar cual tiro por
elevación a la gestión pro que “gobernar es anticiparse a los problemas. Hay
que enfrentar una realidad y resolverla, tengo que atender a la Provincia y ayudar a la Ciudad. No se puede poner la basura debajo de la
alfombra. Si hay una falla mecánica hay que encararla porque sola no va
a desaparecer”.
Concluyendo, el
gobernador fue más allá al acusar a Macri de correr el eje del debate del
conflicto: “Lo quiso poner en un marco político, lo quiso politizar”.
Dejando de lado esta falaz concepción instalada, repetida
por la gran mayoría de los dirigentes políticos, sobre lo que sería politizar
un problema o conflicto, como si este no tuvieran un sentido político construido
por quien lo plantea, resulta clave esta última definición en la cual Scioli
divide aguas al acusar al intendente porteño de cambiar el sentido de la
discusión en pos de favorecer su postura pública.
En ella se aprecia la lejanía política discursiva que ya viene encausada
con sus reflexiones previas, y viene a hacer de corolario en la conformación de
esa postura pública que lo expone como referente con decisión en temas de gestión
legitimados, y con la capacidad de plantarse ante cualquier descalabro opositor.
1 comentario:
Scioli quiere capturar gar parte del electorado de Macri en capital, y para eso lo tiene que pulverizar a Mauricio con buenas maneras. Es una misión dificil porque es muy sutil, veremos si lo consigue...
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