Los reacomodamientos continúan de cara a las elecciones en
la Provincia de Buenos Aires, así como los garrochazos a la inversa.
Se van conociendo de ambos, y permiten aclarar aún
más el panorama rumbo a las PASO.
Por un lado, Martín Insaurralde, acompañado por Daniel
Scioli, bajó públicamente su candidatura al sillón de Dardo Rocha e ira por
la reelección en el Municipio de Lomas de Zamora; baño de humildad anunciado,
leen algunos, aunque no era él, precisamente, quién tenía bajos números en el arte
encuestológico, lo inverso, evidentemente, a lo que se venía exponiendo en las
filas del peronismo.
Por el otro, Jóse Eseverri, Intendente de Olavarría, esta utilizando
la garrocha por estas horas, al cerrar un acuerdo para su retorno al Frente para la
Victoria; otro golpe – y este es durísimo de cristalizarse, porque era uno de los intendentes
bonaerenses más cercanos a Sergio Massa-, que consumado, jaqueará la continuidad en la existencia
del Frente Renovador.
Respecto a Insaurralde, cabe destacar que los coqueteos
públicos con Massa en el pasado, pueden entenderse como el inicio de la propia destrucción de
sus pretensiones a nivel provincial.
En cuanto al salto de Eseverri, puede llegar a ser el golpe
de knock out a los anhelos presidenciales del ex Intendente de Tigre, quién por estas
horas, debe estar suplicando un acuerdo con Mauricio Macri a fin de bajarse e ir por
la gobernación de Buenos Aires.
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