Dos nuevas contiendas electorales jurisdiccionales se
vivieron el domingo con resultados disímiles.
En Neuquén, se celebró la elección provincial para la
gobernación en la que el Movimiento Popular Neuquino, aliado al Gobierno
Nacional, volvió a ganar con cierta amplitud como era previsible.
El dato allí fue que la segunda fuerza fue el Frente para la
Victoria relegando a la alianza UCR- pro, que pretendieron instalar como
competitiva desde la oposición, a un cómodo tercer lugar.
En porcentajes, escrutado ya el 100% de las mesas, el MPN
con Omar Gutiérrez como candidato logró el 37,86% de los sufragios seguido por el
candidato del FpV, Ramón Rioseco, que cosechó el 28,85% y en un modesto tercer
lugar se ubicó el exponente de la alianza UCR- pro, Horacio Quiroga, con el
19,43% de los votos.
La buena elección del FpV no fue suficiente para poner en
jaque la hegemonía del MPN que en esta elección, al igual que en todas las que
se celebraron desde el retorno de la democracia en Neuquén, se alzó con el
triunfo; uno más que ratifica su imbatibilidad.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue el otro escenario de
contienda electoral al realizarse las PASO que dieron como resultante los
candidatos a jefe de gobierno; legisladores; y comuneros que se medirán en la
elección del 5 de julio.
Por fuerzas, con el 98,4% de las mesas escrutadas, el pro
obtuvo una contundente victoria llegando al 47,3% de los votos y relegando a la
alianza Eco – lo que quedó del FAUNEN dicen algunos; otros la definen como una
suerte de pro bis- a un lejano segundo puesto con el 22,3%, y al Frente para la
Victoria a un magro tercer lugar con el 18,7%.
Respecto de las internas, en el pro se impuso Horacio
Rodríguez Larreta, que más que delfín de Mauricio Macri, es quién gestiona lo
bueno y lo malo de la Ciudad desde 2007.
60 puntos porcentuales, cosechó quien había recibido el
apoyo explícito del jefe del pro, contra los 40 que logró Gabriela Michetti, en
una interna que terminó teniendo una definición mucho más amplia de lo que se
auguraba.
En Eco, Martín Lousteau, apuntalado en las últimas semanas por
Elisa Carrió, ganó cómodamente con un 80,1 % de los votos, relegando a Graciela
Ocaña (18,3%) y a Andrés Borthagaray (1,3%).
En el Frente para la Victoria, Mariano Recalde se impuso con
el 65,6% de los votos seguido por Gabriela Cerruti (11,6%), Aníbal Ibarra
(10,9%), Carlos Heller (7,8%), Gustavo López (2,3%), Víctor Ramos (1,0%) y
Carlos Oviedo (0,8%).
El triunfo del pro fue tan contundente como el del propio Mauricio
Macri, quien apostó por su jefe de gabinete en la interna y obtuvo un resultado
superior al esperable.
En este sentido, Macri salió fortalecido de la jornada del
domingo tanto en la interna del espacio que lidera, donde dejó en claro que su
hegemonía no es disputable, como de cara a la elección nacional, consolidándose
como el principal candidato opositor.
El espaldarazo recibido por el pro en las urnas,
indudablemente lo coloca a Rodríguez Larreta en una ventajosa pole position de
cara a la elección jurisdiccional, aunque parece difícil que pueda evitar el
ballotage.
Dicho esto, queda como incógnita si podrá retener los votos
de su contrincante en las PASO, así como si el escenario nacional será factor
suficiente para que pueda darse una polarización entre el oficialismo porteño y
el FpV, de floja elección.
Para ello, es evidente que deberán evidenciarse las
contradicciones flagrantes que expresa de por sí Eco – espacio cuyos referentes
nacionales son aliados del pro pero que intentan mostrarse como algo ajeno en
el ámbito porteño-, al margen de la urgencia por una profunda reflexión de cara
a realizar no pocos cambios en una campaña que para el FpV en las PASO, inició
tarde y con un importante grado de atomización producto de sus demasiados
candidatos al Ejecutivo proteño.
La Ciudad volvió a ser un ámbito esquivo para el kirchnerismo;
algo que se ha profundizado desde que Daniel Filmus ha dejado de ser candidato.
Seguramente, las razones o algunas de ellas, se encuentren
tanto en el perfil que la sociedad percibe de los candidatos como en la comunicación;
en que se comunica y como, y en esto último habrá que trabajar duramente en las
próximas semanas ante un escenario que aparece difícil de prever.
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