En el día de ayer, el candidato por el Frente Justicialista
para la Victoria, Omar Perotti, denunció públicamente lo que se venía
analizando desde el domingo respecto de los comicios provinciales en la
provincia de Santa Fe: Un cúmulo de irregularidades que configuran un fraude
electoral por la no contabilización de los votos de 807 mesas que significan
aproximadamente el 10% del padrón, en la categoría Gobernador.
“Figuraban el 100 por ciento de las mesas escrutadas, pero
hubo 807 sin escrutar, lo que equivale a más de 200 mil votos no incorporados
al conteo”, explicó Perotti en conferencia de prensa, antes de solicitar que
“el gobierno de la provincia dé las explicaciones correspondientes y diga cómo
va a garantizar que esto no vuelva a suceder, y así se resguarde la voluntad popular y el proceso
democrático no se empañe”.
“Detectamos además otras irregularidades. En 162 mesas de
distintos departamentos aparecemos con cero votos en el rubro gobernador,
mientras que todas las mesas venían con un promedio de entre 40 y 50 votos”,
agregó dando cuenta de una situación decididamente intencionada a fin de modificar
los resultados electorales.
Sin dudas, al esclarecimiento urgente de estos hechos se
debe sumar la necesidad por garantizar la transparencia en la elección
provincial venidera del 14 de junio; algo realmente difícil por este
antecedente que desde el vamos, no brinda confianza alguna en como el gobierno
socialista pueda llegar a manejar el acto eleccionario en su conjunto.
Dicho esto, es de esperar que lo ocurrido tenga incidencia
en lo que la sociedad santafesina decida votar, y en este sentido, no sería
descabellado pensar que pueden fortalecerse las opciones opositoras, lo que le
permitiría a Miguel Del Sel arribar a la Casa Gris.
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