Ayer por la tarde, el Secretario de Comunicación, Alfredo Scocimarro,
dio a conocer dos cambios en el Gabinete de Ministros.
Oscar Parrilli dejó la Secretaría General de la Presidencia
y asumió como Secretario de Inteligencia tras la renuncia de Héctor Izcazuriaga,
y en remplazo del primero, se produjo el regreso de Aníbal Fernández al
Gabinete.
Desde luego, los cambios no pasan desapercibidos en una
gestión kirchnerista que no se ha caracterizado por tener muchos movimientos en
el Gabinete, fundamentalmente, en el transcurso de los mandatos presidenciales.
Más allá de ello, no resulta casual un cambio en
Inteligencia en fechas en las cuales se sabe, más de un opositor se encuentra
al acecho, intentando poner en práctica maniobras desestabilizadoras.
De igual forma, este cambio aparece de cara al final del
segundo mandato de la Presidenta, Cristina Fernández, en un contexto de campaña
cuanto menos sucia, ya iniciado y con tendencia a la profundización.
En este sentido y a sabiendas de las históricas maniobras de
operación política en las cuales se ha visto involucrada la ex SIDE, y a su
vez, considerando estrechos lazos de muchos de sus miembros con sectores
judiciales y de las fuerzas de seguridad, el nombramiento de Parrilli, un
hombre de máxima confianza de Cristina, no escapa a la lógica y la racionalidad
de quien pretende prevenir cualquier intento desestabilizador así como frenar
los puestos en marcha.
En cuanto al regreso de Aníbal Fernández al Gabinete,
también resulta una decisión lógica y racional, tanto por su notable trabajo en
pos del proyecto político desde cada lugar en el cual estuvo, como por su capacidad
de oratoria; en un cargo que demanda esta cualidad.
Habrá que ver si ello modifica el esquema comunicacional actual
del Gobierno, encabezado por las conferencias de prensa diarias que brinda el
Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y a la vez, qué impacto tendrá en el armado
electoral del FPV el año venidero.
1 comentario:
Que se puede decir ? Es como si despues de un partido, o trabajo, o esfuerzo muy grande, en lugar de bañarse, solo cambiamos..., el peinado y ponemos anteojos de sol !
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