Con Expoagro como escenario previo para discursos
altisonantes y reverencias de candidatos opositores que prometen quitas en las
retenciones, parte de las patronales agropecuarias (CRA; SRA; y Coninagro), van
al cese de comercialización de granos durante los días 11; 12; y 13.
Un cese de comercialización que funciona como complemento a
la merma consciente y sostenida, en las liquidaciones de divisas que este
sector viene perpetrando desde hace ya un año, montado en las pésimas especulaciones
sobre los precios internacionales de los commodities.
Y digo pésimas especulaciones, porque la retención de granos
y la ausencia de liquidaciones esperando repuntes en los precios y apostando a
desfinanciar el Estado Nacional, han constituido un fracaso estrepitoso en
ambos aspectos: Los precios internacionales no suben y los productores
continúan perdiendo plata, y el desfinanciamiento como intento de condicionamiento
hacia las políticas lejos está de lograr su objetivo.
El flamante lock out a desarrollarse en esta semana, cuenta
con la debilidad de su inconsistencia en momentos en que la nueva cosecha
volverá a ser record, y con la de su menguada publicidad producto del quiebre
que la Federación Agraria ha tenido con las otras tres entidades.
Aun considerando estas cuestiones, lo cierto es que se
pretende ejercer un mecanismo de presión, no para el gobierno actual, sino para
quien asuma el 10 de diciembre; marcarle la cancha al nuevo gobierno respecto
de la urgencia que tiene la oligarquía agropecuaria por recuperar posiciones de
poder y ganancias exclusivas.
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