Se viene, es inexorable pero por decisión exclusivamente política,
el aumento injustificado en la tarifa de los subterráneos que pasara de $2,50 a
$3,50.
Y digo injustificado, porque como señalara en declaraciones radiales
el día de la fecha, el Auditor General de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Epszteyn,
considerando el informe de la
Auditoría, realizado por pedido de la Legislatura de la CABA, “surgen serias
diferencias en lo que tiene que ver con la tarifa técnica” del subte, que el
macrismo utiliza como excusa para incrementar nuevamente el boleto.
El informe implicó, como cuenta el Auditor, “un análisis en
profundidad en las cuentas de la concesión, donde surgieron serias diferencias,
sobre todo en lo que tiene que ver con la definición de la tarifa técnica, que
es la suma de los costos dividida por la cantidad de pasajeros por año”.
Mientras el macrismo, en junio pasado, presento como
resultante de esa ecuación un supuesto valor de $7,47 para el boleto, Epszteyn explica
que “si se restan los costos de depreciación y mantenimiento, la tarifa técnica
sería de $5,67 y descendería a $4,89, si el cálculo se hace sobre los 250
millones de pasajeros que contabiliza SBASE, y no sobre los 236 millones que
estimó la Comisión Nacional
Reguladora del Transporte".
“El gobierno de Macri habla de 7,50 pesos pero no hubo forma
de llegar a ese valor a través de los estudios contables que realizó la Auditoría porteña. Para
nosotros, esa tarifa técnica es bastante inferior a lo que el gobierno de Macri
viene diciendo y no se entiende cómo llega a ese valor”, recalcó también el
Auditor, y puntualizó en que esta tarifa inflada, “podría derivar en que el
gobierno porteño subsidie gastos de mantenimiento y depreciación del material rodante e infraestructura y que
Metrovías termine aplicando esos montos a la operatividad del servicio, con el
agravante de que la depreciación no implica erogación alguna de fondos”.
Pasado en limpio, el informe que presenta Epszteyn, identifica
una duplicidad en cuanto a gastos de operatividad y un calculo erróneo en la
cantidad de pasajeros, que permiten aumentar el costo de la tarifa técnica a
casi el doble, y sirven de justificación para incrementar, con la complicidad
del Poder Judicial de la Ciudad,
en un 40% el boleto.
Un robo legalizado, al cual se lo presenta como necesario con
la excusa inflacionaria, pero que esta bastante flojo de números.
A todo ello, debe sumarse otra definición política pro, la de no
considerar subsidiar lo necesario para que la tarifa permanezca en $2,50.
1 comentario:
El Pro siempre pensando en los usuarios del subte. Jaj
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