El domingo hay elecciones generales en el hermano país
chileno, y todas las encuestas dan como ganadora en primera vuelta, a la
candidata del Pacto Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, quien ya fue presidenta
en lo que se conoció como el último gobierno de la Concertación de Partidos por la
Democracia, el previo al triunfo de la derecha encabezada por
Sebastián Piñera, actual presidente.
Al margen
de lo que, de confirmarse sería una victoria aplastante, y también como causa
de ella, la derrota en la presidencial de 2009 de Eduardo Frei, candidato de la Concertación, llevó a
la histórica alianza entre el Partido Demócrata Cristiano y el Partido
Socialista, ha rever su estrategia política y necesitar ampliar su base.
Una correcta lectura de la situación, que se afianzó al
interpretar lo que ha venido ocurriendo en las luchas sociales y políticas del
país trasandino con la educación universitaria como debate excluyente, es lo
que concluye en el Pacto Nueva Mayoría, que amplía la Concertación a otras
organizaciones, entre ellas, el Partido Comunista como la más saliente.
Bachelet se presenta entonces como la líder de un espacio
que se pretende progresista; de centro izquierda; y novedoso, y que
inteligentemente ha puesto la agenda de la campaña electoral en la necesidad de
cambios profundos que incluyen una reforma constitucional.
Todo esto tiene como contrapartida una candidata de la
derecha – Evelyn Matthei- que no ha podido hacer pie en ningún momento de la
campaña, por su discurso netamente pinochetista, pero también porque no puede
escapar al desastre que es el gobierno de Sebastián Piñera.
El domingo se develará si efectivamente Bachelet vuelve al poder, y si
lo hace con la diferencia de 40% respecto de su inmediata perseguidora – la
pinochetista-, que auguran los últimos sondeos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario