Tras el derrape total, y el humo vendido en enormes
cantidades por Pablo Moyano y sus laderos de Camioneros respecto del conflicto por
la municipalización de la recolección de basura en Quilmes, se produjo una
vertiginosa bajada de cambios que hoy desembocó en la resolución.
Si, así como suena y aunque parezca increíble, Moyano hijo
pasó del “Si tiene que haber muertos, habrá uno, dos o tres”, a comprometerse a
levantar la medida de fuerza porque, como se anticipó en este blog, la
municipalización nunca implicó la perdida de fuentes laborales.
En efecto, la administración de Francisco “Barba” Gutiérrez,
informó que garantizará todos los puestos de los camioneros que hasta ahora
trabajaban para la privada Covelia, incorporándolos a la planta municipal y
respetando sus salarios y categorías actuales.
De esta manera, dejó en evidencia lo ilegítimo de continuar
defendiendo los intereses de una empresa privada con herramientas gremiales, y
logró llevar al terreno de la racionalidad a Camioneros.
Sin humo y sin declaraciones estrambóticas, el intendente de
Quilmes logró encausar, desde la legitimidad de la municipalización del servicio,
un conflicto donde la incertidumbre laboral se había instalado, con exclusividad, desde
la privada y su gremio afín.
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