Entre los temas de la agenda que pretenden instalar los
grandes medios, suele aparecer con periodicidad, la crítica a la política que
ha democratizado el acceso al fútbol de Primera División y Primera B Nacional
de la AFA.
Es sabido, que tras la decisión de terminar con el monopolio
exclusivista del fútbol profesional que supieran ostentar Clarín y sus socios, estos
suelen realizar ataques con mucho fuego de artificio y poco argumento al Fútbol
Para Todos.
Sergio Urribarri, Gobernador de Entre Ríos, graficó con
claridad el trasfondo de estos embestidas, al considerar que “están hechas por
quienes armaron un negocio que lucró con millones de argentinos”.
Al ser consultado por Télam, señaló que “este gobierno les
quitó definitivamente, recuperando algo que nunca debimos perder, como es la
gratuidad y el libre acceso a la transmisión de un deporte que es parte de nuestra
idiosincrasia y cultura”, y que “detrás del informe periodístico publicado este
lunes por el diario La Nación
se esconde la pretensión de volver a un privilegio, en el que el que tenga y
pague sea el único que pueda ver fútbol, y el resto quede excluido”.
Pero como bien sentenció Urribarri, “eso se terminó, y les
debe quedar bien claro a las corporaciones mediáticas que tiran cifras
absolutamente distorsionadas sin mencionar cuánto se llevaban del bolsillo de
los argentinos con su versión de fútbol para pocos”.
“Ahora todos podemos ser parte de la misma vivencia
colectiva, sin importar el origen, la condición económica o social, ni el lugar
donde vivimos”, explicó, y detalló que “ahora no hay espectadores privilegiados
y otros obligados a vivir el partido en diferido. No hay hinchas de primera e
hinchas de segunda. Fútbol para Todos llega a cada rincón del país, y éste es
nuestro gran orgullo”.
“Los que lo critican son los que defienden un negocio que,
durante años, hicieron unos pocos monopolizando el deporte más popular de la Argentina, arrebatando y
usufructuando el patrimonio de todos”, agregó, y concluyó manifestando que “por
suerte, sólo quedan unos pocos que siguen intentando sabotear la decisión de
nuestra Presidenta de permitir que una pasión, como es el fútbol en la Argentina, se
democratice y que todos podamos disfrutarlo de la misma manera”.
Quienes perdieron un negocio enorme que garantizaba un
espacio de desigualdad en cuanto al poder acceder a ver fútbol, era y sigue
siendo esperable que continúen utilizando todo su poder de fuego para intentar
recuperarlo.
Lo que parecen no percibir, es que por más ataques que
realicen, su posición interesada y particular, no cuenta con legitimidad
social.
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