Los caminos del poder – del real, ese que ostenta tentáculos
en cada trinchera de la sociedad civil- continúan conduciendo a la candidatura
de Mauricio Macri; el elegido de las corporaciones nacionales, transnacionales
y la embajada de Estados Unidos.
De descabellado nada tiene ello, el actual – aunque tantas
veces no parezca, desde lo formal sigue en funciones-Jefe de Gobierno de la
CABA, es quien promete dar la batalla para que el mercado vuelva a recuperar el
control total de la economía; para que sean las corporaciones quienes gobiernen
y definan que se hace, sus beneficiarios y sus perjudicados.
Es quien plantea el regreso del país a una inserción
internacional ligada a los intereses de Estados Unidos, vía Alianza del
Pacífico, y un realineamiento que sustituya la política de fortalecer lazos con
los países emergentes por el acercamiento a los regímenes neoliberales del
centro mundial.
Es quien asegura que Argentina debe abandonar la política de
desendeudamiento que ha permitido que la deuda externa esté en los niveles más
bajos de su historia en relación al Producto Bruto Interno, y como propuesta
plantea el regreso a los mercados internacionales, es decir pagarle a los
Fondos Buitres y volver a endeudarse con las tasas y las reglas y la justicia
que impone el decadente sistema financiero internacional.
Definitivamente, Macri esboza en su discurso público, las
bases de un regreso a la política que trabaja en pos de asegurar los beneficios
de unos pocos, aunque con el maquillaje urgente de la apelación a las frases
hechas y la victimización, ambas cosas, imposibles de corroborar en sus más de
siete años de gestión en la CABA.
Su discurso y su obrar político, van de la mano con su
búsqueda de un armado nacional que le permita a su sello, el pro, servir del
trampolín anhelado, y en este sentido, tampoco es descabellado su flamante
acuerdo con el senador nacional y ferviente defensor de los intereses de la
corporación agroganadera, Carlos Reutemann.
Macri sabe – mejor dicho, su cerebro del marketing electoral,
Jaime Duran Barba-que con la acumulación de famosos no alcanza, que necesita de
figuras que ostenten cierto arraigo en los grandes distritos desde sus
estructuras preexistentes, y “El Lole” le puede aportar eso en Santa Fe, siendo
a su vez una figura de conocimiento a nivel nacional que puede obrar como
comodín cumplimentando la fórmula presidencial o dando la pelea para el Senado.
El tema a develar será si el acuerdo le termina redituando,
y de ser así, si resulta suficiente como para amortizar los posibles costos no
sólo en términos de rosca electoral, sino también en términos de disputa
interna.
1 comentario:
Estamos inmaginando cuanto estas 'envenenado' por el 'virus' del populismo !
O, visto de la optica de la vieja: cuanto estas queriendo envenenar a otarios, con populismo !
Leete un interesantisimo analisis de Aguinis, donde pinta de cuerpo entero, la enfermedad que lamentablemente, contaminó grande parte del mundo: el asqueroso populismo ! La repugante demagogia !
O sos otario, ignorante; o un tremendo de pesima voluntad !
Publicar un comentario