Luego de aquellos diez días de paro en los subterráneos
porteños a comienzos de agosto, circulo durante mucho tiempo por lo bajo, una
supuesta información según la cual, finalmente, la municipalidad de la CABA iba a hacerse cargo de
lo firmado a inicios de año por Mauricio Macri, pero en 2013.
Pasado en limpio, los rumores que más de un periodista se
animó a hacer públicos, señalaban que el intendente había tomado conciencia
sobre la responsabilidad que le compete e iba a ocuparse de gestionar el
servicio de subtes, aunque a comienzos de 2013 con el nuevo presupuesto
aprobado.
Lejísimos ello, de una realidad que hoy vuelve a poner sobre
el tapete la sinrazón y la perseverancia en una política de vaciamiento de los
subtes.
Así lo demuestra el presupuesto que Mauricio Macri enviará a
la legislatura de cara al año próximo, en el cual no se incluye al servicio de
subterráneos.
La táctica macrista entonces, parece ser la continuidad de
la victimización y el desconocimiento de lo firmado y de lo actuado.
El propio ministro de hacienda del pro, Néstor Grindetti, lo
dejó en claro al ser consultado entorno a la lamentable ausencia presupuestaria:
“No se va a incorporar nada por el
subte, porque la ciudad
está fuera del contrato de concesión”.
“A todos los efectos
presupuestarios, no existe el subterráneo. Entonces, no hay nada que nos
obligue desde el punto de vista legal o contractual. No sé qué va a ocurrir
respecto de la concesión porque no está bajo análisis nuestro” insistió,
dejando en claro que para el macrismo la táctica no se toca y por ende, si los
subtes de la ciudad funcionan o dejan de funcionar, no es algo que les importe.
A esta altura y
luego de los acontecimientos que hemos vivido en lo que va del año porque el intendente
decidió ausentar al Estado de la ciudad en una de sus funciones, lo cierto es
que por táctica y por capricho, la ciudad se encamina a ser la segunda en la
historia de la humanidad en haber tenido subterráneos.
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