Ayer por la tarde y acompañada por el gobernador provincial Juan Schiaretti; los ministros de Planificación, Julio De Vido; y de Industria, Débora Giorgi; el Secretario General de la Presidencia Oscar Parrili; y el intendente de la Ciudad de Córdoba Daniel Giacomino, la Compañera Presidenta Cristina Fernández encabezo, en Córdoba Capital, un acto de inauguración de obras de infraestructura y de entrega de netbooks a estudiantes.
Dando una vez más una cátedra de retórica, la Presidenta reflexionó sobre la marcha del Proyecto Nacional en diversos aspectos e inició sus palabras exponiendo que “es necesario institucionalizar las transformaciones, para que no dependan de una persona” porque “en definitiva, a lo que todos los argentinos aspiramos: una Argentina consolidada, una Argentina que tiene la inmensa oportunidad, como tal vez no ha tenido en otros escenarios internacionales, de crecer con inclusión social y pertenencia a América del Sur”.
“A partir del año 2003 se instaló un modelo que permitió que todos crecieran y todos pudieran construir, porque parece a veces que las cosas hubieran caído mágicamente del cielo” pero “esto no es magia, no es viento de cola, hubo un hombre que en el año 2003 con apenas el 22% de los votos se atrevió a lo que los otros decían que no se podía porque no se podía hacer una política diferente a la que nos dictaban de afuera, que no se podía industrializar el país porque no era competitivo, un país donde se remataban los campos. Recuerdo una Argentina endeudada en un 160% de nuestro PBI que era la mitad de lo que tenemos hoy” dijo Cristina para luego aseverar que más allá de su fortaleza necesita hombres y mujeres que la acompañen “en estas ideas y este proyecto que transformó el país”.
Siguiendo una línea discursiva continuó haciendo referencia al Compañero Néstor Kirchner al afirmar: “me hubiera gustado que él hoy pudiera estar viendo tantos jóvenes, tantos trabajadores, tantos chicos, pero estoy segura que si él pudiera haber elegido algo sería esto, haber quedado definitivamente en el corazón de todos ustedes, siempre” porque él “tenía vocación de trascendencia, de no vivir al cuete”.
Aquel momento en que Néstor dio la orden de bajar “ese retrato que no merecía estar en las paredes del Colegio Militar de la Nación” constituyó “un punto de inflexión de la Argentina que veníamos viviendo, de una sociedad que decide vivir con la verdad, con la memoria y con la justicia, que es lo que nos hace diferentes, no a los argentinos sino a los seres humanos” agregó.
Luego, Cristina se refirió al muy satisfactorio proceso económico que ha tenido Córdoba desde 2003 e hizo memoria al repasar que “La provincia de Córdoba percibía en todos los conceptos en el 2003 $ 3.951 millones, en el 2010 recibió $ 28.534 millones que sumados a todo lo que la Nación remite en obras, en coparticipación desde el 2003 a la fecha superan los $ 105.000 millones”.
En cuanto a la seguridad social explicó que en 2003 se pagaban “jubilaciones por $ 1.230 millones frente a los $ 7.600 millones que ingresaron durante 2010. Esto conforma los tejidos de inclusión social, de hombres y mujeres que habían quedado a la vera del camino”, a lo que sumó que “en asignaciones familiares, se pagaban $ 263 millones en 2003 frente a los $ 1.600 actuales y los $ 500 de la Asignación Universal por Hijo, 1000% más en todos los rubros”.
“En infraestructura en el 2003 se invertían $ 89 millones, menos de lo que nos costó sólo el acueducto de Laboulaye, subsidios a la energía que permiten hacer más competitiva la industria: $ 21 millones en 2003, más de $ 1000 millones en 2010 solo en Córdoba” puntualizó, y destacó el “federalismo real” dado a partir del fondo de coparticipación de la soja ya que “en 2003 Córdoba recibía $ 1.665 millones mientras que este año suman casi $ 10.000 millones únicamente en coparticipación”.
A su vez, y sobre las políticas industriales apuntó que “de los $ 45.000 millones que Industria viene asignando a través de distintos instrumentos, Córdoba tiene el 10 % del total del país y el año pasado el porcentaje mas alto luego del préstamo a la automotriz Fiat”, y aclaró que es “por estas condiciones macroeconómicas que la industria automotriz cordobesa es líder y modelo del sector y pasó de producir 17.041 vehículos en 2003 a 191.734 vehículos el año pasado. Un 1.025% de aumento en la producción que ha tenido su equivalente en puestos de trabajo”.
Para concluir, la Compañera expresó que “no había partido político que no dijera que la deuda externa, que el déficit tornaba inviable a la Argentina, y aquí vinimos nosotros, no como individuos, siempre supe que para construir un país diferente, hacia falta más que la voluntad o el esfuerzo de un solo sector, sabíamos ambos que para construir el sueño necesitábamos el valor de lo colectivo, y el valor de la democracia y la necesidad de articular un firme vínculo entre los distintos sectores de la Argentina muchas veces divididos desde el aparato cultural”, y en consonancia con esto remarcó que es “imposible ir solos sin los trabajadores, sin los empresarios, sin la industria nacional, sin la exportación, estas son tonterías que nos hicieron creer los mismos vivos de siempre, que están en todas partes aprovechándose de esas divisiones de los argentinos”.
“Yo no vine a separar, vine para unir a los argentinos detrás de un Proyecto Nacional. Para profundizarlo y para institucionalizarlo” añadió, y evocó nuevamente a Néstor contando que sus obras la sostienen y que él pudo “hacer lo que soñaba, y lo hizo de corazón para todos los argentinos”.
Las palabras de Cristina una vez más ponen en contexto los profundos avances que se han venido dando a partir de políticas concretas del Gobierno Popular desde 2003.
Los ponen en contexto y en números concretos, que permiten dimensionar de manera acabada un proceso de transformación que sigue generando Soberanía Económica y Justicia Social.
Compañero Ikal Samoa
“La juventud debe participar de la política para conquistar alternativas de poder y para transformar ese poder real que condicionó a muchos gobiernos, en el bien común de los argentinos” manifestó, y indicó para concluir que “dentro de diez años, la Argentina estará gobernada por un presidente de 42 ó 43 años”, haciendo referencia a quienes hoy son jóvenes militantes.
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